La aprobación a la presidenta Claudia Sheinbaum se mantiene alta en mayo de 2025, aunque continúa su ajuste gradual desde el pico registrado a inicios de año. La más reciente Encuesta Nacional en Vivienda de Buendía & Márquez, indica que 73% de los mexicanos aprueban la gestión de la Mandataria federal.
En términos comparativos, este porcentaje implica una reducción de dos puntos con respecto a abril y de siete frente al máximo de 80% alcanzado en febrero, durante la efervescencia generada por la toma de posesión de Donald Trump y el anuncio de sus primeras medidas comerciales.
Actualmente, en una fase de mayor normalidad, Sheinbaum Pardo se mantiene en niveles de aprobación elevados si se le compara con otros presidentes en el mismo tramo de gestión, e incluso prácticamente iguales a los de su antecesor.
La brecha partidista sigue siendo pronunciada. Entre los simpatizantes de Morena, la aprobación bordea la unanimidad (89%), lo que refleja gran cohesión interna en torno a la Presidenta de la República.
El descenso reciente en la aprobación proviene, sobre todo, de ciudadanos afines a la oposición, quienes han empezado a escatimar su respaldo. Hoy, 47% de panistas y priistas aprueban a la Presidenta, lejos de los porcentajes cercanos al 60% registrados tras su toma de posesión. Este dato sugiere que el tradicional “periodo de gracia” entre opositores comienza a disiparse y su crítica puede acentuarse conforme nos acerquemos a las elecciones intermedias.
Un retroceso similar se observa entre los independientes (aproximadamente cuatro de cada 10 mexicanos pertenecen a esta categoría). En febrero, su entusiasmo fue el principal factor que impulsó la aprobación presidencial a niveles de 80%. En ese momento, 74% de los independientes aprobaron la gestión de Sheinbaum Pardo. Hoy, su respaldo se sitúa en 59%, nivel similar al promedio de los primeros meses del sexenio. Por el tamaño del grupo, el apoyo de los votantes sin filiación partidista es crucial para sostener la popularidad de Sheinbaum Pardo en la opinión pública.
La encuesta incorpora, además, una escala gráfica de satisfacción: seis de cada 10 entrevistados eligen los dos rostros más sonrientes para describir su opinión del desempeño presidencial; tres seleccionan gestos neutros y uno opta por las caras de insatisfacción. El ejercicio visual corrobora el predominio de una percepción favorable, aunque convive con núcleos minoritarios de descontento.