La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, confirmó esta mañana desde Palacio Nacional que el gobierno interpondrá una querella por difamación contra Jeffrey Lichtman, abogado del narcotraficante Ovidio Guzmán. La decisión fue motivada por declaraciones emitidas por el litigante durante la rueda de prensa del juicio en Estados Unidos, donde calificado al gobierno mexicano de “corrupto” y acusó a Sheinbaum de fungir como “brazo de relaciones públicas” del narcotráfico.
Lichtman realizó estos señalamientos tras la audiencia en Chicago en la que Ovidio Guzmán se declaró culpable de cargos graves por narcotráfico y crimen organizado, dentro de un acuerdo con la Fiscalía estadounidense. En dicha entrevista, calificó como “absurda” la aspiración de México por participar en el acuerdo legal, recordando el caso del exsecretario de Defensa, Salvador Cienfuegos, resuelto en México tras su detención en Estados Unidos.
Sheinbaum rechazó las acusaciones enérgicamente. Afirmó: “No voy a establecer diálogo con un abogado de narcotraficante… No se puede dejar pasar”, y subrayó que la Consejería Jurídica, encabezada por Ernestina Godoy, será la encargada de llevar el proceso en territorio nacional.
La mandataria también pidió que la Fiscalía General de la República (FGR) aclare el desarrollo del caso Cienfuegos, insistiendo en que “había inocencia” y es necesario detallar cómo se procedió desde su aprehensión hasta su exoneración en México. En su defensa, reiteró que el gobierno no mantiene nexos ni dependencia alguna con grupos delictivos.
Este episodio intensifica la tensión diplomática con Estados Unidos, en un contexto donde Sheinbaum ya había exigido mayor coordinación binacional específicamente en el caso de Guzmán, señalando la urgencia de transparencia ante acuerdos judiciales y operativos que derivaron en pérdidas humanas durante la captura de Ovidio en 2023. Con la demanda ahora en curso, el gobierno refuerza su postura de defensa institucional y de respeto al Estado mexicano.