Después de ser declarado extinto del medio natural en 1976, por la cacería indiscriminada de los años cincuenta, el Lobo Mexicano Canis lupus baileyi, regresó a aullar a partir de 2011 a la Sierra Madre Occidental, gracias a la primera reintroducción que se hizo en la Reserva de la Biosfera de Janos, en Chihuahua, lo que permitió que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), cambiar su estatus a especie “En Peligro de Extinción”, en el año 2019.
La estrategia que forma parte del Programa Binacional México-Estados Unidos, impulsó la recuperación de las poblaciones silvestres, a partir de los ejemplares de raza pura que se tenían en los zoológicos y centros de conservación, por lo que hoy se estima existe una población en vida libre de aproximadamente 35 a 40 ejemplares de Lobo Mexicano, con nacimientos de camadas en su hábitat natural.
En este marco, Fernando Gual, director general de Vida Silvestre de la Semarnat, reveló en la XXXI Reunión Binacional para la Conservación del Lobo Mexicano realizada en el Zoológico de Chapultepec, que en México y Estados Unidos hay alrededor de 600 lobos mexicanos bajo cuidado humano y este año se avanza en el establecimiento de un nuevo sitio de liberación en el estado de Durango.