La superstición alrededor del martes 13 tiene raíces tanto religiosas como culturales. A diferencia de los países anglosajones, donde el viernes 13 es el día considerado de mala suerte, en los países de habla hispana el temor se concentra en el martes 13. Esta diferencia se debe en parte a la connotación negativa del martes en la tradición latina, especialmente relacionada con Marte, el dios romano de la guerra, lo que sugiere violencia, sangre y conflictos.
El número 13, por su parte, ha sido considerado de mala suerte desde tiempos antiguos. En la Última Cena, por ejemplo, eran 13 los comensales, siendo Judas —el traidor— el número trece. También en la numerología, el 13 se interpreta como un número de transición, ruptura o desequilibrio.
Un antiguo dicho popular resume el sentimiento colectivo: “En martes 13, ni te cases, ni te embarques, ni de tu casa te apartes”. Aunque en la actualidad muchas personas ya no creen fervientemente en estas supersticiones, otras siguen evitando tomar decisiones importantes este día, por precaución o simple tradición.
Hoy, el martes 13 forma parte del folclore cultural. Para algunos es un día cualquiera; para otros, una excusa para cruzar los dedos, evitar gatos negros o aplazar citas importantes. Sea como sea, la fecha sigue generando curiosidad y alimentando leyendas que pasan de generación en generación.