La salmonella es una bacteria que puede causar la enfermedad de la salmonelosis y que generalmente afecta el tracto intestinal y, en ocasiones, el torrente sanguíneo. Esta afección es una de las causas más comunes de gastroenteritis y produce miles de casos cada año a nivel mundial; sin embargo, la mayoría de los casos se registran durante los meses de verano. También pueden presentarse brotes epidémicos.
Se considera que las infecciones del torrente sanguíneo pueden ser muy peligrosas, especialmente en el caso de niños muy pequeños o personas mayores. Además, quienes se han expuesto a la bacteria salmonella pueden presentar algunos síntomas, como diarrea grave o leve, fiebre, vómito, en algunos casos los síntomas pueden aparecer entre uno y tres días después de la exposición a la bacteria. Por eso, se recomienda tener precaución y acudir con un especialista para recibir el tratamiento adecuado.
Después de entender qué es, es clave saber cómo evitar el contagio de salmonella, ya que se trata de una de las bacterias más comunes en infecciones transmitidas por alimentos contaminados.
El contagio ocurre principalmente por el consumo de alimentos o agua contaminados con heces de animales o humanos portadores.
Los alimentos más comúnmente asociados con la bacteria son los huevos crudos o poco cocidos, carnes (especialmente de ave), leche sin pasteurizar, frutas y verduras mal lavadas.
Para prevenir la salmonella, es recomendable mantener una higiene adecuada en la cocina y al preparar los alimentos. También es esencial cocinarlos completamente, especialmente carnes y huevos, para eliminar la bacteria.
Evita la contaminación cruzada: no uses los mismos utensilios o superficies para alimentos crudos y cocidos sin lavarlos antes. Además, lávate las manos con agua y jabón antes de cocinar, después de tocar animales o de ir al baño.
Refrigera los alimentos perecederos rápidamente y mantenlos a temperaturas seguras para reducir el riesgo de reproducción bacteriana.
Asimismo, evita productos lácteos no pasteurizados y ten cuidado con alimentos preparados en condiciones sanitarias dudosas, pues estas medidas son clave en la prevención.
La prevención de la salmonella depende de adoptar hábitos seguros y conscientes, tanto en el hogar como en lugares donde se manipulan alimentos.