Google Maps no es solo una herramienta de navegación; es la referencia de millones de usuarios a nivel global para entender su entorno y tiene un alcance casi omnipresente: cuenta con más de mil millones de usuarios mensuales en todo el mundo. Lo que significa que cualquier cambio que haga tiene el potencial de influir no solo en las decisiones individuales de los usuarios, sino también en las narrativas culturales e históricas de los lugares.
La reciente decisión del gigante tecnológico se debe a que el presidente Trump firmó una orden ejecutiva instruyendo a las agencias gubernamentales a adoptar la nueva denominación en mapas oficiales y comunicaciones federales. Google, siguiendo su política de reflejar las actualizaciones en las bases de datos oficiales de las autoridades estadounidenses, implementó este cambio en su plataforma para los usuarios en Estados Unidos.
Para los usuarios en Estados Unidos, Google Maps mostrará “Golfo de América”. En México, el nombre permanecerá como “Golfo de México”. A nivel global, se mostrarán ambas denominaciones.
Además del cambio en el nombre del golfo, Google también actualizará la denominación del Monte Denali en Alaska, que pasará a llamarse Monte McKinley, siguiendo la misma orden ejecutiva del presidente Trump.
