En las audiencias papales, la vestimenta juega un papel significativo, aunque no existe un código de vestimenta. formalmente establecido. Sin embargo, ciertas tradiciones y convenciones han surgido a lo largo del tiempo, creando una jerarquía implícita en cuanto al uso del color blanco. Si bien el blanco se asocia con la pureza y la inocencia, su uso en estas ocasiones trasciende la simple estética, convirtiéndose en un indicador de estatus y privilegio.

Históricamente, el privilegio de vestir de blanco en presencia del Papa ha estado reservado principalmente a las reinas y consortes de monarcas católicos. Este privilegio no está escrito en ninguna ley canónica, sino que se ha establecido a través de la práctica y la tradición. Se trata de un reconocimiento implícito de la posición política y religiosa de estas mujeres, que representan a naciones con una larga historia de lealtad a la Santa Sede. Su vestimenta blanca, entonces, no es solo una elección de estilo, sino una señal de su especial relación con el Papa y la Iglesia Católica.
Más allá de las reinas y consortes, es extremadamente raro que otras mujeres vistan de blanco en una audiencia papal. El color blanco, en este contexto, está reservado para aquellas que ocupan un lugar muy específico en la jerarquía social y religiosa. La mayoría de las mujeres asistentes optan por colores más oscuros y sobrios, mostrando respeto y humildad ante la figura del Papa. El uso del blanco, por lo tanto, se convierte en una excepción excepcional, un símbolo de poder y privilegio que no está al alcance de la mayoría.
En resumen, el privilegio de vestir de blanco en una audiencia papal es un fenómeno complejo que refleja una intrincada interacción entre la tradición, el poder político y la religión. Si bien no existe una regla escrita que lo defina, la práctica histórica ha establecido una convención no escrita que reserva este privilegio a un pequeño grupo de mujeres de la realeza católica, consolidando así el color blanco como un símbolo de estatus y privilegio en el contexto de las visitas al Papa.