Ubicado a pocos kilómetros de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, el es un lugar que combina la majestuosidad de la naturaleza con la riqueza de la tradición. Su principal atractivo es una impresionante formación rocosa tallada por la erosión del tiempo y atravesada por el río Fogótico, creando un imponente arco de piedra.
Este sitio no solo es ideal para el ecoturismo, sino que también resguarda una historia de amor y tragedia que ha perdurado a lo largo del tiempo. La leyenda de un caballero francés llamado Jean Françoise d’Arcecete, cuyo amor imposible terminó en desgracia. Aquí te platicaremos acerca de esta tragica leyenda y como con el paso de los años, el apellido del protagonista se fusionó con el arco de piedra, resultando en el nombre “Arcotete”.
La leyenda del Arcotete
Cuenta la historia que, al poco tiempo de la fundación de San Cristóbal de las Casas, llegó a vivir a la ciudad un caballero francés de nombre Jean Françoise d’Arcecete. Alto, apuesto y de porte distinguido, solía recorrer las calles con su espada al cinto, como dictaba la moda de la época.
En uno de sus paseos, Jean conoció a una hermosa joven llamada María de Jesús, hija de una acaudalada familia de Villa Real (nombre que los españoles dieron a lo que hoy es San Cristóbal). Al cruzar sus miradas, ambos quedaron profundamente enamorados.
El destino los llevó a reencontrarse durante un paseo campestre en el arco de piedra sobre el río Fogótico, al oriente de la ciudad. Desde entonces, comenzaron a verse en secreto en aquel rincón escondido de la naturaleza, donde juraron amarse por siempre y prometerse que preferían la muerte antes que vivir separados.
Sin embargo, el amor de Jean Françoise y María de Jesús no era bien visto por todos. Un joven español de apellido De Tovilla, perteneciente a una familia influyente, también pretendía a la muchacha. Al enterarse del romance entre ella y el francés, la ira lo consumió y decidió ponerle fin al idilio a cualquier costo. Movido por los celos, retó a Jean a duelo.
El enfrentamiento tuvo un desenlace fatal: Jean venció y mató a su adversario, lo que provocó su captura inmediata. El padre de María de Jesús, indignado por el escándalo, decidió encerrarla en un convento y Jean fue condenado a prisión.
Los años pasaron y, cuando finalmente el francés recuperó su libertad, su único anhelo era volver con su amada. Sin embargo, al regresar a Villa Real, recibió la desgarradora noticia: María de Jesús había muerto de tristeza durante su encierro.
Desolado, Jean se dirigió al lugar donde tantas veces se encontraron y, con el mismo filo de su espada, atravesó su propio corazón, sellando así su amor eterno.
Desde entonces, la leyenda cuenta que en las noches de luna llena, un jinete fantasma cabalga por el Arcotete, llamando con angustia el nombre de María de Jesús.