El 6 de diciembre de 2018 la Asamblea General de las Naciones Unidas, proclamó el 24 de enero como el Día Internacional de la Educación, en celebración del papel desempeñado por ésta en la paz y el desarrollo.
La educación ofrece a los niños y las niñas una oportunidad de salir de la pobreza y un camino para alcanzar un futuro prometedor. Sin embargo, en la actualidad 262 millones de niños, niñas y jóvenes siguen sin estar escolarizados; 617 millones, no pueden leer ni manejan los rudimentos del cálculo; menos del 40% de las niñas del África Subsahariana completan los estudios de secundaria baja, y unos 4 millones de infantes y adolescentes refugiados no pueden asistir a la escuela. El derecho a la educación de estas personas se ve afectado y eso es inaceptable.
Debido a lo anterior, cuando se adoptó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible la comunidad internacional reconoció que la educación es esencial para el éxito de sus 17 objetivos.
Al proclamar este Día Internacional, los Estados Miembros identifican la importancia de adoptar medidas garantes de una educación inclusiva y equitativa de calidad, en todos los niveles, para que todas las personas puedan acceder a un aprendizaje durante su edad escolar. De esta manera, con los conocimientos y las aptitudes que adquieran estarán preparados para aprovechar las oportunidades y podrán participar plenamente en la sociedad, contribuyendo así al desarrollo sostenible.
Por otro lado, en México encontramos que más 4 millones de niños, niñas y adolescentes no asisten a la escuela, mientras otros 600 mil están en riesgo de dejarla por diferentes factores, entre ellos la falta de recursos, la lejanía de las escuelas y la violencia. Asimismo los niños, niñas y adolescentes indígenas del país presentan aún más dificultades y tienen menor acceso a la educación que el resto de los niños, niñas y jóvenes mexicanos. Por ejemplo, solamente 1 de cada 10 adolescentes hablantes de una lengua indígena y no español asiste a la escuela en México, en comparación con 7 de cada 10 del resto de la población. Debido a lo anterior, es meta de la UNICEF México lograr que todos los y las menores de edad accedan a educación de calidad, permanezcan en ella y finalmente logren concluirla con los aprendizajes esperados para su edad y nivel educativo. Para poder lograrlo desarrolla proyectos y apoya políticas públicas para promover el acceso de niños, niñas y adolescentes a una educación inclusiva y de calidad, como reducir el abandono escolar.