El Carnaval de Putla, Oaxaca, es una explosión de cultura y tradición, donde los Tiliches se erigen como personajes centrales. Estos emblemáticos participantes, ataviados con trajes multicolores confeccionados con retazos de tela, personifican el espíritu festivo y la esencia misma de esta celebración ancestral. Cada Tiliche, con su indumentaria única y llamativa, contribuye a crear un espectáculo visual inigualable que deslumbra a propios y extraños.
La vestimenta de los Tiliches es un reflejo de la creatividad y el ingenio popular. Los trajes, elaborados con fragmentos de tela de diversas texturas y tonalidades, son una muestra de la habilidad artesanal de la región. Los colores vibrantes, que se entrelazan en diseños caprichosos, evocan la alegría y el desenfado propios del carnaval. Además del traje, los Tiliches suelen portar máscaras de madera o cartón, sombreros adornados y otros accesorios que complementan su apariencia festiva.
Durante el Carnaval, los Tiliches recorren las calles de Putla al ritmo de la música de viento, contagiando a todos con su energía arrolladora. Su presencia es sinónimo de fiesta y algarabía, invitando a la comunidad a unirse a la celebración. Los Tiliches interactúan con el público, bailando, cantando y compartiendo anécdotas, creando un ambiente de camaradería y diversión que perdura en la memoria de quienes participan en el carnaval.
Los Tiliches del Carnaval de Putla son mucho más que simples personajes folclóricos; son portadores de una tradición centenaria que se transmite de generación en generación. Su colorido traje y su espíritu festivo son un símbolo de la identidad cultural de Putla, Oaxaca, y una muestra del rico patrimonio inmaterial de México. Cada año, los Tiliches renuevan su compromiso con la tradición, manteniendo viva la llama del Carnaval de Putla y enriqueciendo el mosaico cultural de la región.