J.K. Rowling nació el 31 de julio de 1965 en Yate, Gloucestershire, Inglaterra. Desde pequeña mostró un gran interés por la lectura y la escritura, inventando historias para su hermana menor. Estudió francés y lenguas clásicas en la Universidad de Exeter, y trabajó en distintos empleos antes de que una idea que cambiaría su vida —y la del mundo editorial— comenzara a tomar forma durante un viaje en tren entre Manchester y Londres en 1990: la historia de un niño mago que no sabía que era mago.
Sin embargo, la creación de Harry Potter no fue inmediata ni fácil. En los años siguientes, Rowling vivió momentos difíciles: la muerte de su madre, un matrimonio fallido, el nacimiento de su hija, y una etapa de profunda depresión en la que llegó a depender de la asistencia social. Fue durante ese tiempo, en cafés de Edimburgo, que escribió Harry Potter y la piedra filosofal, sin saber que estaba a punto de revolucionar la literatura juvenil.
Tras múltiples rechazos editoriales, la editorial Bloomsbury aceptó publicar el libro en 1997. El resto es historia: la saga se convirtió en un fenómeno global sin precedentes. Con siete libros, traducidos a más de 80 idiomas y vendidos en más de 500 millones de copias, Harry Potter redefinió el género de fantasía juvenil, acercó la lectura a millones de jóvenes y creó un universo que trascendió la literatura para convertirse en una franquicia multimillonaria de películas, obras teatrales, parques temáticos y más.
Rowling demostró que la literatura juvenil podía ser inteligente, emocionalmente profunda y universal. Sus historias abordaron temas como la amistad, la muerte, la discriminación, la valentía y la elección moral. Hogwarts, más allá de ser una escuela de magia, se convirtió en un refugio emocional para generaciones de lectores.
Después de finalizar la saga en 2007 con Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, Rowling incursionó en la literatura para adultos con novelas como The Casual Vacancy y la serie policíaca Cormoran Strike, escrita bajo el seudónimo Robert Galbraith. Aunque ninguna ha alcanzado la magnitud de Harry Potter, han sido bien recibidas y demuestran su versatilidad narrativa.
Más allá de la literatura, Rowling también ha sido una figura pública compleja y controvertida. Ha sido elogiada por su labor filantrópica, donando millones a causas como la lucha contra la esclerosis múltiple (en honor a su madre) y el apoyo a familias vulnerables. Sin embargo, sus opiniones sobre temas de identidad de género han generado intensos debates y críticas, provocando una división dentro del fandom de Harry Potter. Este aspecto ha abierto conversaciones importantes sobre la relación entre autor y obra, y sobre cómo se reinterpretan los legados culturales a lo largo del tiempo.
A pesar de la controversia, el impacto de J.K. Rowling en la cultura contemporánea es innegable. Creó un universo que influyó en el cine, la moda, los videojuegos, el turismo, el arte y la educación. Dio forma a la infancia de millones de personas y enseñó que incluso en la oscuridad más profunda, siempre se puede encontrar la luz, como bien lo decía Albus Dumbledore.
Hoy, Rowling continúa escribiendo, participando en proyectos relacionados con el mundo mágico y siendo una figura tanto admirada como discutida. Su historia personal de resiliencia, creatividad y determinación sigue inspirando a escritores emergentes y a soñadores de todo el mundo. J.K. Rowling no solo escribió libros: creó una generación que creció creyendo en la magia.