En un mundo donde el olvido parece ganar terreno, el Museo Nacional de Antropología de México se alza como un bastión de la memoria y la identidad. Por eso, el Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2025 ha sido concedido a esta institución, no solo como un reconocimiento simbólico, sino como un eco global de la importancia que tiene preservar lo que fuimos, para entender quiénes somos.
Este galardón fue anunciado por la Fundación Princesa de Asturias desde España, destacando el papel del MNA como “referente global en el estudio de la humanidad”. Una distinción que, más que un trofeo, es una reverencia a la profundidad histórica y cultural de un país que ha hecho de su diversidad un patrimonio universal.
El Museo Nacional de Antropología (MNA), inaugurado en 1964 e inspirado por la visión integradora de sus fundadores, es hoy el museo más visitado de México y uno de los más importantes del continente.
Su edificio en el Bosque de Chapultepec, una joya arquitectónica, alberga un acervo de más de 250,000 piezas que narran la historia milenaria de las culturas mesoamericanas y los pueblos originarios.
Su origen se remonta a 1940, cuando parte de las colecciones del antiguo Museo Nacional de Arqueología fueron trasladadas. Desde entonces, el MNA no ha dejado de crecer en relevancia, acumulando hallazgos emblemáticos como la Piedra del Sol, la escultura deCoatlicue o el esqueleto de “Naia”, el resto humano más antiguo de América hallado en Tulum.
Más que una institución cultural, el MNA es un espacio que permite a las mexicanas y los mexicanos así como a visitantes de todo el mundo conectarse con sus raíces, comprender su presente y proyectar un futuro en armonía con su diversidad.