22 de mayo, es el Día Internacional de la Diversidad Biológica. Y no, no es una fecha solo para científicos o amantes de los animalitos salvajes. Es una llamada de atención para todos nosotros, los que habitamos este planeta lleno de formas, colores, sonidos y especies increíbles que hacen que la Tierra no sea un lugar gris y aburrido.
🌎 ¿Pero qué es la “diversidad biológica”?
La biodiversidad es básicamente todo lo que está vivo y convive con nosotros: plantas, animales, hongos, bacterias y hasta esos bichitos microscópicos que ni vemos pero que mantienen en pie los ecosistemas. Es la red de la vida, y cada especie, por mínima que parezca, tiene un papel importante en el equilibrio del planeta.
¿Te imaginas un mundo sin abejas? ¿O sin árboles? ¿O sin jaguares, corales o mariposas? Ni pensarlo.
La ONU declaró el 22 de mayo como Día Internacional de la Diversidad Biológica en el año 2000, para recordar la fecha en la que se adoptó el Convenio sobre la Diversidad Biológica en 1992 (sí, en la misma cumbre donde también se habló fuerte del cambio climático). Desde entonces, este día nos invita a reflexionar sobre cómo protegemos, usamos y valoramos todas esas formas de vida que comparten este planeta con nosotros.
Lamentablemente estamos perdiendo especies a un ritmo alarmante. La deforestación, la contaminación, el cambio climático y la explotación sin medida están empujando a muchísimos seres vivos al borde de la extinción. Y cuando una especie desaparece, no es solo una más en la lista, es una pieza clave que se cae del rompecabezas del equilibrio natural.
Además, la biodiversidad sostiene nuestra vida diaria: nos da alimentos, agua limpia, medicinas, aire puro y hasta inspiración para crear. Cada vez que comes chocolate, usas una planta medicinal o te relajas en la naturaleza, estás disfrutando de un regalo de esta diversidad maravillosa.
🐾 Cositas que quizá no sabías (pero ahora sí)
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Una sola cucharada de tierra puede contener más microorganismos que personas en el planeta.
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Las selvas tropicales, aunque ocupan solo el 6% del territorio terrestre, albergan más del 50% de todas las especies conocidas.
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El océano profundo es uno de los ecosistemas menos explorados… y aún podría esconder miles de especies que no conocemos.
¿Qué podemos hacer desde nuestro rinconcito del mundo?
No tienes que ser bióloga ni tener una fundación ambiental para hacer la diferencia. Pequeños gestos suman:
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Apoya productos locales y sostenibles.
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Cuida el agua y la energía.
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Di no a los plásticos de un solo uso.
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Planta algo (lo que sea: una flor, un cactus, ¡una selva si puedes!).
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Infórmate y comparte. La conciencia es viral, y tú puedes ser un vector de cambio positivo.
Este 22 de mayo, celebremos a los árboles que nos dan sombra, a los colibríes que nos alegran la vista, a las bacterias que no vemos pero que hacen su chamba sin pedir nada a cambio. Celebremos la maravilla de estar vivos en un planeta tan diverso y espectacular.
Porque cuidar la biodiversidad no es solo amar a la naturaleza, es también cuidarnos entre todos.