En el corazón de la península de Yucatán, donde la selva se entrelaza con la historia ancestral del pueblo maya, una mujer se alzó como símbolo de resistencia y amor por la tierra: Leydy Araceli Pech Marín. Nacida en 1965 en Hopelchén, Campeche, Leydy es apicultora y activista ambiental, conocida por su incansable lucha en defensa de las abejas nativas y los derechos de las comunidades indígenas.
La dama de la miel
Pech se dedica a la apicultura tradicional, cultivando la miel de la abeja Melipona beecheii, conocida en lengua maya como Xunáan Kab o “la dama de la miel”. Esta especie sin aguijón ha sido criada por generaciones en troncos huecos, y su miel es valorada no solo por su sabor, sino también por su significado cultural y medicinal.
Para Leydy, las abejas representan más que una fuente de sustento; son parte integral de su identidad y de la cosmovisión maya. Su compromiso con la preservación de esta tradición la llevó a fundar el Colectivo Apícola de los Chenes y la coalición Muuch Kambal, organizaciones enfocadas en proteger la apicultura y el medio ambiente.
Una lucha contra gigantes
A principios de la década de 2000, la introducción de cultivos de soya transgénica por parte de la multinacional Monsanto en Campeche comenzó a afectar gravemente la producción de miel en la región. La contaminación por polen transgénico y el uso de pesticidas como el glifosato no solo disminuyeron la calidad de la miel, sino que también pusieron en riesgo la salud de las comunidades y la biodiversidad local.
Ante esta amenaza, Leydy lideró una batalla legal que culminó en 2015, cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación dictaminó que el gobierno debía consultar a las comunidades indígenas antes de autorizar cultivos transgénicos. Dos años después, en 2017, se revocó el permiso a Monsanto para sembrar soya genéticamente modificada en Campeche, Yucatán y otros cinco estados mexicanos
Reconocimiento internacional
En 2020, Leydy Pech fue galardonada con el Premio Ambiental Goldman, considerado el “Nobel Verde”, por su valiente defensa del medio ambiente y los derechos indígenas. Durante la ceremonia virtual de premiación, Leydy expresó:
“El premio me da la oportunidad de decirle al mundo que los territorios de los pueblos indígenas están siendo objeto de despojo para la imposición de megaproyectos que afectan nuestros recursos naturales y medios de vida”
Este reconocimiento no solo celebra su logro personal, sino que también visibiliza la lucha colectiva de las comunidades mayas por la justicia ambiental y cultural.
Un legado de resistencia
La historia de Leydy Pech es un testimonio del poder de la acción comunitaria y la importancia de preservar las tradiciones ancestrales frente a las amenazas modernas. Su labor continúa inspirando a nuevas generaciones a valorar y proteger la riqueza natural y cultural de México.