Klaus Voormann es mucho más que un músico talentoso; es una figura clave en la historia del rock, cuyo arte ha dejado una huella visual imborrable. Nacido en Alemania en 1938, Voormann es reconocido tanto por su faceta como bajista —colaborando con figuras como John Lennon, George Harrison y Ringo Starr— como por su extraordinario talento como diseñador gráfico.
Su obra más icónica, sin duda, es la portada del álbum Revolver de The Beatles (1966), por la que ganó un premio Grammy. Con un estilo collage en blanco y negro que mezclaba ilustración con fotografía, Voormann capturó el espíritu experimental y psicodélico de una banda en plena transformación artística. Aquella portada no solo marcó un punto de inflexión estético para el grupo, sino que también elevó el diseño gráfico en la música a un nuevo nivel de reconocimiento.
A lo largo de su carrera, Voormann ha continuado produciendo arte visual y musical, demostrando una visión profundamente sensible y multidisciplinaria. Su trazo detallado, su capacidad de sintetizar personalidades complejas en retratos únicos, y su compromiso con la autenticidad lo han convertido en una figura admirada dentro y fuera del ámbito musical. En tiempos donde la imagen es tan poderosa como el sonido, la obra de Klaus Voormann recuerda que el arte visual también puede ser revolucionario, capaz de acompañar y definir las eras más audaces de la música.